miércoles, 11 de marzo de 2015

A salvo 19 asirios liberados por el EI

http://www.aina.org/


El presidente del Movimiento Patriótico de Asiria, Ashur Giwargis, confirmó que 16 hombres, dos mujeres y un niño son los únicos rehenes liberados por los extremistas, que aún retienen a más de 200 asirios.

En Damasco, los asirios celebraron una misa en solidaridad con los secuestrados.
Un total de 19 asirios que fueron secuestrados por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) llegaron este domingo (1.03.2015) a un centro tutelado por la iglesia cristiana asiria, en el este de la provincia de Al Hasaka (noreste de Siria), tras ser liberados la víspera en una localidad controlada por los yihadistas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó ayer de la liberación de 29 rehenes asirios, aunque hoy se confirmó que finalmente solo fueron 19. Giwargis, que está en permanente contacto con los negociadores, aseguró que continúan las conversaciones para la liberación de los demás rehenes.
El lunes pasado, combatientes el EI irrumpieron en varios pueblos de mayoría asiria en Al Hasaka y se llevaron a centenares de civiles. Giwargis cifró el total de los secuestrados en 373, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos los rebajó a 220. En Al Hasaka habita la mayor parte de los asirios de Siria, un grupo étnico de credo cristiano que también tiene presencia en Irak y Turquía.
Antes del inicio del conflicto en territorio sirio, en marzo de 2011, había 200.000 asirios, aunque ahora solo quedan entre 15.000 y 20.000 en este país, de acuerdo con los datos proporcionados por Giwargis. Su idioma, el asirio, es una mezcla de acadio, una antigua lengua de Mesopotamia, y de arameo, que también se usa en la liturgia. Son cristianos y siguen a las iglesias caldea, siriaco-ortodoxa y la asiria del Este.
Este secuestro coincide con una ofensiva de las milicias kurdas sirias Unidades de Protección del Pueblo para retomar regiones ricas en petróleo y gas de Al Hasaka capturadas por el EI.
RML (efe, reuters)

Aquellos niños judíos nacidos en la cama de Pí­o XII

La obra de Pí­o XII durante la Segunda Guerra Mundial para salvar judíos de la persecución que deja atrás los prejuicios y la calumnia
Por Federico Cenci
CIUDAD DEL VATICANO, 02 de marzo de 2015 (Zenit.org) - No el “Papa de Hitler” sino el “Schindler del Vaticano”. Después de decenios de polémicas llenas de acusaciones de silencio y tolerancia con el nacismo, la niebla del prejuicio sobre la figura de Pío XII inicia finalmente a disolverse.
Hoy, 2 de marzo de 2015, aniversario del nacimiento y de la elección al ministerio petrino de Eugenio Pacelli, en el Instituto “María Bambina” se ha proyectado el preestreno de la película-investigación Shades of Truth, escrita y dirigida por Liana Marabini, y que en mayo será presentada en Cannes y en septiembre en Filadelfia, en el VIII Encuentro Mundial de las Familias en la que participará el papa Francisco.
Si a esta película, como se preanuncia, se le concede gran eco, se revelará al gran público la obra silenciosa pero imponente del papa Pacelli a favor del pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial. Basada en más de 100 mil páginas de documentos y testimonio inéditos, la película demuestra la tesis según la cual la capacidad diplomática de Pío XII permitió mantener a salvo a 800 mil judíos de la persecución nazi.
Una obra, la del Papa, que comenzó antes del 16 de octubre de 1943, día en el que patrullas de las SS irrumpieron en el gueto de Roma y sacaron de sus casas a hombres, mujeres y niños judíos. Ya desde que se aprobaron las leyes raciales fascistas, en noviembre de 1938, el entonces cardenal Eugenio Pacelli comenzó a movilizarse, en su papel como secretario de Estado del Vaticano, para garantizar protección a los judíos afectados por la prohibición de trabajar en oficinas o entes públicos, empresas estatales o paraestatales.
El padre Peter Gumpel, relator de la causa de beatificación de Pío XII, representa quizá el patrimonio histórico más rico existente hoy sobre las acciones realizadas por Pacelli contra la persecución nazi. Los ojos de este anciano jesuita se dejan ver la indignación cuando recuerda el día que, aún siendo él estudiante, pasó por las calles de su Berlín la mañana después de la Noche de los Cristales Rotos.
La misma indignación atravesó el alma del entonces secretario de Estado del Vaticano con la institución de las leyes raciales, ante las que no quedó indiferente. Lo testimonia la historia --contada por el padre Gumpel a ZENIT -- del judío Guido Mendes, un excompañero de escuela de Pacelli, que junto a su familia se escapó del arresto gracias a una autorización para refugiarse en Suiza que consiguió a través del cardenal Eugenio Tisserant, de la secretaria de Estado del Vaticano.
Pero la mano extendida hacia la familia Mendes es solo una gota en un océano. A través de una trama de canales no oficiales, directivas, notas cifradas y contacto con benefactores, la Santa Sede perpetuó una obra preciosísima de asistencia a los judíos.
En primer lugar --como recuerda el padre Gumpel-- “para consentir a los judíos menos ricos ser expatriados hacia América, se activó la Obra San Gabriel”. Solo en Brasil, gracias a un acuerdo que Pacelli alcanzó con el entonces presidente de este país, Getúlio Vargas, encontraron refugio 3 mil judíos huidos de Italia y Alemania”, prosigue el padre Gumpel.
El trabajo incesante de Eugenio Pacelli para salvar vidas humanas de la barbarie prosiguió y se amplió después de su elección como Papa. Iglesias, parroquias y conventos abrieron sus puertas en secreto a muchos judíos (y no) que intentaban huir de la persecución. Como han confirmado más fuentes, a partir del padre Robert Leiber, secretario particular de Pío XII, el Santo Padre dio personalmente la orden para que los edificios de la Iglesia dieran refugio a los que huían. De esta tarea se ocupó monseñor Giovanni Battista Montini, estrecho colaborador del Papa. Se estima que gracias a la acogida ofrecida por la Iglesia católica, solo en Roma se salvaron 4.447 judíos.
“Varios judíos estaban escondidos en el Vaticano --explica el padre Gumpel-- y Pío XII se impuso para que se quedaran todo el tiempo necesario, también a costa de enfrentarse a quien quería echarles”. El padre jesuita se refiere al cardenal Nicola Canali, entonces presidente de la Comisión para la Ciudad del Vaticano, el cual ante salvar vidas prefería una coherencia más pragmática con la línea oficial de neutralidad de la Santa Sede.
Vidas humanas que no solo fueron salvadas, sino también nacieron gracias a la ayuda ofrecida por la Iglesia en ese funesto periodo. El número de judíos que encontraron refugio en Castel Gandolfo, dentro de los muros del Palacio Pontificio, es impreciso. Más definido es el número de mujeres judías embarazadas que allí dieron a luz. “Cuarenta niños judíos nacieron en la residencia de Castel Gandolfo, algunos incluso en la cama personal de Pío XII --explica el padre Gumpel--. Él sabía todo esto y envió víveres”.
La imagen de una vida que nace en la cama personal del Papa representa de la forma más elocuente posible el compromiso de la Iglesia a favor de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Compromiso por el que muchos judíos, en primer lugar, están agradecidos.
Cuando el 8 de octubre de 1958 Pío XII murió, varias asociaciones y periódicos judíos y sionistas de todos el mundo, junto a los rabinos de Londres, Roma, Jerusalén y otros en Francia, Egipto, Argentina, lloraron la pérdida de ese Papa que Golda Meir (ex primera ministra israelí) definió como “un gran servidor de la paz”. Y para comprender la importancia de la obra dirigida por Pío XII no puede no ser citado el caso de Israel Zolli, el jefe rabino de Roma que, después de acabar la guerra, se convirtió al catolicismo tomando como nombre de bautismo “Eugenio” en reconocimiento a Pacelli.
Los ataques, las calumnias y los prejuicios en lo relacionado con Pío XII habrían comenzado muchos años después. Pero esta es otra historia.


lunes, 2 de marzo de 2015

La Iglesia armenia proclamará santos a las víctimas del genocidio


La Iglesia apostólica armenia se dispone a reconocer la santidad de las víctimas del genocidio armenio con una liturgia solemne, prevista para el 23 de abril en la sede patriarcal del Catolicosado de Echmiadzin, gobernado por el Patriarca Karekin II. Lo anunció en nombre del patriarca, el obispo Bagrat Galstanyan, en una conferencia de prensa celebrada en la sede patriarcal. 

“La Iglesia Armenia –dijo el Patriarca Karekin en un comunicado emitido para la ocasión- no santifica. Ella reconoce la santidad de los santos que ya está reconocida por el pueblo, y que ha sido atestiguada con evidencia. La Iglesia sólo reconoce lo que pasó, reconoce el Genocidio”. 

La decisión de reconocer a las víctimas del Genocidio como santos ya había sido tomada por la Iglesia Apostólica Armenia en septiembre de 2013, en un a reunión celebrada en la sede patriarcal de Echmiadzin, en la que por primera vez después de seis siglos participaron todos los obispos apostólicos armenios, tanto los que dependen directamente del Catolicosado de Echmiadzin, como los del Catolicosado de la Gran Casa de Cilicia (gobernado por Catholicos Aram I, con sede en el Líbano). 

En la liturgia del próximo 23 de abril, el salmo “Mártires de Abril”, compuesto por el fallecido obispo Zareh Aznavourian, será utilizado como el salmo de la ceremonia de canonización, la que contará con la presencia de los jefes de las hermanas Iglesias de Oriente y de las delegaciones de otras Iglesias. La liturgia se iniciará a las 16 y finalizará a las 19.15 en punto, simbólicamente, en el minuto en que en los relojes digitales aparece la secuencia de números que corresponden al año en que se perpetró el genocidio armenio.+ 

Egipto: “Nuestra Señora de la Paz” es la primera iglesia católica en el Sinaí


ROMA, 25 Feb. 15 / 03:21 pm (ACI).- “Nuestra Señora de la Paz” es el nombre de la primera iglesia católica en el monte Sinaí, en el norte de Egipto, y fue dedicada a la Virgen María el 15 de febrero, el día en que la cristiandad se enteraba de que la barbarie del Estado Islámico (ISIS) le había dado 21 nuevos mártires, los coptos egipcios decapitados en la costa de Libia.
En declaraciones difundidas por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el Obispo católico, Mons. Makarios de Ismailia, explicó que “en el monte Sinaí tenemos varios lugares de culto, pero se trata de capillas o de sencillas habitaciones en casas normales”, por lo tanto, “la iglesia ‘Nuestra Señora de la Paz’ es el primer edificio construido de nueva planta para la adoración de Dios”.
El obispo recordó que la solicitud de construcción se presentó en 2003 y en 2005 se puso la primera piedra. Sin embargo, las obras avanzaron muy lentamente porque en Egipto la construcción de una iglesia es una cuestión política.
“En una ocasión, cuando todo estaba paralizado, nos dirigimos a la esposa del entonces Presidente Mubarak. Susanne Mubarak frecuentó una escuela dirigida por religiosas. Intercedió por nosotros y, después, el gobernador no pudo objetar ya nada más”, indicó Mons. Makarios.
“Madame Mubarak fue también la que dio el nombre a la iglesia; originariamente queríamos denominarla ‘Maria Stella Maris’. Pero ella propuso que la patrona fuera ‘Nuestra Señora de la Paz’. Y así lo hicimos gustosamente”, añadió.
Por su parte, el P. Bolos Garas, que desarrolla su labor sacerdotal en Sharm desde 2010, recodó que cuando llegó “no había todavía ninguna iglesia; solo existían los cimientos del sótano. Extendimos unas carpas para celebrar la Misa. Por ello, no solo para mí es algo muy emocionante ver terminada la iglesia. Uno de nuestros feligreses, un italiano de avanzada edad, se dirigió hacia mí hace poco para decirme que ahora podía morirse en paz porque había oído sonar las campanas de la torre”.
“Yo soy sacerdote católico copto; pero aquí tenemos solo pocos fieles católicos coptos, unas cuantas familias. La mayoría de nuestros fieles son turistas o trabajadores extranjeros. Por eso celebro la Misa, los domingos, no solo en mi rito, sino también en el rito romano, en italiano y en inglés”, indicó.
La Misa de dedicación fue celebrada en rito copto y estuvo presidida por el Patriarca Ibrahim I Sidrak de Egipto, quien vela por la vida espiritual de unas 200.000 personas. En la ceremonia participó también el gobernador de la región, que destacó la importancia de que los cristianos cuenten con un lugar de culto.
En la financiación de la construcción de la iglesia colaboró la Fundación Pontificia Internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada. “La ayuda de católicos de todo el mundo para una iglesia, que a su vez está al servicio de católicos de todo el mundo pone de manifiesto que somos uno en el Cuerpo místico de Cristo”, afirmó Mons. Makarios.